SENTADO EN UNA NUBE

Para Miguel

Se sienta,

como las nubes,

sobre el mundo,

con los pies desnudos.

 

La brisa mueve sus piernas,

como la hiedra

que asoma bajo el puente

y desliza sus hojas

sobre la espalda de una astilla.

 

No parece temer la altura,

ni la distancia de las cabezas.

se sienta

en el reducto de una grieta,

paciente, cultivando

el dorado olor de la tierra.

 

Y tú, revoloteas a su alrededor

intentando que rasque el suelo,

que toque la frontera,

que se moje,

que sea bosque.

 

Agarro su pecho,

y su cuerpo tiembla

como un nido de pájaros hambrientos,

con temor a no ser envuelto.

No quiere tan cerca la firmeza de la piedra.

 

Agarro su pecho,

y su cuerpo tiembla,

no quiere tan cerca la hazaña de un soldado

que duerme bajo las sordas estrellas.

 

Y quién soy yo,

para agarrar su pecho

si no es para trepar a la nube

y convertirme en la hiedra

que bate sus alas

y hace andar al viento.